Isidro Fábregas, és un sacerdot, salesià. Ja ha arribat als 80 anys de vida, 42 dels quals els ha dedicat a l'educació integral d'infants i adolescents indígenes a Mèxic. En motiu de la visita del Sant Pare a aquest pais, ens escriu aquesta carta, on comparteix les seves impressions.
Ni mi edad ni mi salud me permitieron llegar a
ningún punto donde el Papa estuvo en México. Me encuentro a 10 horas de San
Cristobal Las Casas, pero seguí con gran ilusión e interés su presencia en San Cristobal
Las Casas por T.V. y pude constatar la presencia masiva indígena, incluso los 50
adolescentes que fueron desde nuestro CENTRO y las tres bandas mixes de nuestra
Prelatura con el canto en mixe del compañero P. Seráfico Rosales.
Con esta impresionante manifestación litúrgica
indígena con el Papa, siento la bendición del mismo por cuantas cosas que he
realizado en el transcurso de los 42 años que llevo con mis indígenas
chinantecos. Siento que lo realizado valió la pena y me da fuerzas para seguir
adelante sin doblar las manos gastando las últimas fuerzas que me quedan.
Los que asistieron llegaron sumamente contentos y
recibieron, de todo lo vivido, un impulso muy fuerte de fe que nos hace
sentirnos “UNO” a pesar de las diversidades étnicas, todos llevan en su
experiencia un impacto muy grande que les hace revalorar su identidad indígena
siendo que durante un tiempo atrás hacia acá se han sentido menos valorados y
marginados y muchos se sentían hasta inferiores al usar sus idiomas y sus
vestidos típicos, se avergonzaban de vestirlos y de hablar su idioma.
Mirando al entorno nos damos cuenta que no todo el
pueblo indígena ha vivido esta manifestación, que hay muchos que ni supieron ni
se enteraron por lo tanto a estos esta presencia del Papa no les afectará gran
cosa, estos muestran más bien su indiferencia sobre todo los no católicos.
Depende mucho de la acción pastoral que haya habido con anterioridad y la que
se pueda realizar en el futuro. Naturalmente que hay por parte de los enemigos
de la iglesia críticas en varios niveles.
Para nuestra Prelatura que trabaja con las étnicas;
mixe, zapoteca y chinanteca, tiene un gran impacto para nuestro obispo Héctor
Guerrero Córdova, para todo su presbiterio, agentes de pastoral y laicos
comprometidos, de aquí recibimos una fuerza muy grande y un aliento definitivo
tanto más que estamos estrenando un nuevo Plan Pastoral para toda la Prelatura.
Sentimos un empujón fuerte en el proyecto sobre las vocaciones tanto para el
clero indígena como para el diaconado permanente que se estaba descuidando, y
para los distintos ministerios laicales indígenas.
Qué compromisos podemos vislumbrar de este evento
tan significativo y que nos deja tan profunda huella:
·
A los misioneros, a unos nos anima a seguir el camino que hemos tenido a pesar de vientos y mareas.
A todos los demás nos lanza a emprender nuevos caminos o a reforzar los que se
hayan tomado en este proyecto de inculturación del Evangelio y en el
acercamiento al indígena defendiendo su identidad y descubriendo a Cristo oculto
en su historia y su cultura.
· A los jóvenes
indígenas que por desgracia están huyendo de sus tierras para embrutecerse en
la cultura emergente y peor en el extranjero en busca de dinero, les llama a
valorar la sabiduría que hay en sus ancianos y en su cultura y a defenderla y
por ella saber llevar a su pueblo a una transformación cristiana y humana desde
la fe.
·
Nos compromete
en acompañar, valorar y dar su lugar a los diáconos permanentes y por medio de
ellos hacer llegar el Evangelio hasta los últimos rincones de los pueblos y de
los corazones. Nos pide buscar las formas de formar lo mejor posible a los
candidatos al diaconado permanente.
·
Pero no sólo a
los diáconos permanentes sino que hay que lanzarse a formar agentes de pastoral
en todos los servicios y nivelas para llegar a todos los rincones de nuestro
mundo indígena, cada vez hay menos sacerdotes y más pueblos quedan abandonados,
el apostolado laical cada vez se hace más necesario esto sale de nuestro propio
compromiso bautismal.

·
En general para
todos la presencia del Papa es un testimonio profundo de fe que cautiva y
sacude nuestra fe dormida y la fe de nuestro pueblo que también tenía necesidad
de este testimonio.
Dios quiera que así como la presencia de la Virgen
de Guadalupe fue un punto de partida para la gran transformación en la fe del
todo el pueblo mexicano que también la presencia del Papa sea un motivo fuerte
para que muchos reforcemos nuestra fe y nuestro trabajo en el mundo indígena.
P. Isidro Fábregas Sala
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